La forma de estornudar de cada persona es tan particular que puede convertirse en rasgos distintivo. La forma en que estornudamos, más allá de lo puramente biológico, puede ser algo que se hereda. Es normal que los miembros de una misma familia posean un estilo de estornudo similar. Esto se debe a que los tejidos y las acciones musculares implicadas en el estornudo son genética y morfológicamente similares.